martes, 2 de noviembre de 2010

Luna Nueva en Escorpio - 5 y 6 de Noviembre


Ya estamos una vez más en una Luna Nueva, cuando el Sol y la Luna se encuentran juntos, vistos desde la Tierra y debido a ello, no vemos la Luna. Esta vez esta lunación cae en el signo de Escorpio a unos 13º.
Como ya sabemos, las lunas nuevas, parecen iniciar nuevos ciclos, a veces tan internos, que ni nos damos cuenta. Pero que no nos demos cuenta, no significa que no ocurran. Cuantas cosas ocurren dentro nuestro sin que ni siquiera nos enteremos de lo que pasa!

Escorpio es un signo extremadamente profundo, por tanto las dimensiones con que nos conecta en nuestro interior, son muchas veces, “incómodas”, en su peor expresión y especialmente si eres de signos de Aire, por ejemplo, puesto que son difíciles de racionalizar y comprender con la mente. Pero pueden ser, mágicas, misteriosas y fascinantes, si eres de signos de agua o fuego, pues nos invita a cavar en nuestra psique, y aventurarnos a terrenos y reinos mitológicos y arquetípicos, donde se nos brinda la oportunidad de encontrarnos con doncellas, ninfas, dioses, diosas y todo tipo de figuras que nos acechan desde lo más profundo de nuestro ser, sin que ni siquiera lo percibamos. Y que pena que sea así!, pues es allí donde nos encontramos con la parte más interesante de la existencia humana-

Esta Luna Nueva, si te animas, te ofrece esta oportunidad, y con lo primero que nos encontramos al abrir las puertas de lo inefable y El Gran Abajo, donde Escorpio y su regente, Plutón, reinan supremos, es con Vesta.

Este pequeño asteroide de apenas entre 450 y 600 kms de diámetro, fué descubierto por el astrónomo alemán Heinrich Wilhelm Olbers el 29 de Marzo de 1807 en la constelación de Virgo, y se encuentra entre las órbitas de Marte y Jupiter, junto con otros asteroides descubiertos un poco antes como Ceres y Pallas Atenea. Pero Olbers le llama Vesta (o Hestia Es la hija de Saturno y Rea).

Pero qué representa esta Diosa en nuestro interior? Vesta en la negación de sus instintos, es decir la sexualidad, representa la alienación y la falta de intimidad en las relaciones. Vesta ama las relaciones platónicas y le interesa el calor del hogar y la intimidad que no requiere sucumbir a la sexualidad. Pero estas Diosas representan un espíritu feminista, donde la negación de la sexualidad representa el no querer rendirse a lo masculino. Mantener la castidad, representa también mantenerse intacta en el sentido espiritual, al mismo tiempo que físico.

Con Venus y Mercurio también en Escorpio, las luchas de poder dentro de las relaciones, tendrán este elemento de no ceder a las demandas sexuales del otro, hasta que no se pueda lograr la intimidad mental. Todos sabemos que un orgasmo por sí solo no significa intimidad. Muchas parejas arreglan sus falta de comunicación en la cama, para luego darse cuenta que no han arreglado nada y que la no comunicación continúa.

Dentro de cada uno de nosotros, el encuentro con Vesta, nos permitirá buscar el Calor del Hogar verdadero, que se genera en nuestro corazón y que nos permite, querernos a nosotros mismos y cuidarnos, como nadie más puede hacerlo.

El verdadero hogar reside en nuestro interior, no es una casa, o una pareja. Hay miles de madres solteras que tienen hogar con sus hijos. Esta es una dimensión de lo femenino que incorporamos cuando comenzamos a tomar consciencia de estos asteroides que representan aspectos de lo femenino que las religiones insisten en negar. Sobre todo la Católica.

Así como el hombre en su misión guerrera, no necesita a la mujer, ésta no necesita de él para crear hogar.

Aunque esto no sea lo “ideal”, es la realidad. Vesta nos confronta NO con lo “ideal”, pero con lo inevitable. Cuando nos encontramos solos y alienados dentro de una relación estamos experimentando a estas diosas de la mitología que residen en nuestro interior. Tanto Pallas Atenea como Vesta son Vírgenes que no desean ser ”esposas” sino mujeres independientes de lo masculino. Como dice Demetra George: ” Vesta, Astrológicamente, describe la forma en que nos confrontamos con el tema de la integración personal, nuestro trabajo, nuestra devoción y entrega a ser nosotros mismos, a través del sacrificio de las relaciones personales y la confrontación con nuestros complejos sexuales a través de la negación de la intimidad con el otro.” Esto por supuesto no tiene que ser de por vida, sino en cierto período, cuando la necesidad de estar solo es vital, para el descubrimiento y alimentación de nuestro fuego interno. Si uno se encuentra alienado por la relación o por los problemas del otro/otra, hasta el punto de perdernos en ello, es cuando la conexión con la Vesta interior, nos obliga a separarnos, a hacer una pausa en la relación, para poder restaurar nuestro flujo energético.

Muchas veces es el “otro/a” que nos deja, aunque seamos nosotros los que inconscientemente necesitamos el espacio.

Mercurio desde Escorpio contacta Júpiter y Urano en los últimos grados de Piscis como si quisiera llenarnos de optimismo y abriendo puertas a nuevas posibilidades, nuevas ideas. Si estás en una de estas situaciones mencionadas más arriba, date una oportunidad de estar solo por un tiempo y dedicar tu energía a tu trabajo, tu creatividad, tu alma. Pero Mercurio también conecta con Mercurio y será fácil fantasear sobre posibilidades que no están al alcance de uno. Debemos mantener los pies sobre la Tierra en todo momento y por lo menos comprobar con aquellos en que confiamos, que no se nos está “yendo el tarro”.

Las situaciones sexuales que comiencen con esta Luna, serán intensas, misteriosas y ciertamente secretas. Este es un buen momento para iniciar terapia si tu alma te lo pide. Un momento de indagar en el profundo laberinto de nuestra mente y enriquecernos con lo que encontremos.

Usa este período de la Luna en Escorpio para enriquecerte de ti mismo y de lo que emana de tu interior. Nuestra oscuridad interna se aplaca con la luz.

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